Empresas invierten y utilizan los espacios laborales como salarios emocionales

Las empresas están fijando su atención en la reconfiguración de los espacios de trabajo para adaptarlos a los actuales requerimientos y preferencias de sus empleados. Este tipo de retribuciones no económicas que ofrece la empresa a sus colaboradores y que además están basadas en sus necesidades personales, son llamadas salarios emocionales.

Las prestaciones de ley y el salario económico dejaron de ser los únicos atractivos de la fuerza laboral. Los colaboradores ahora valoran y permanecen más tiempo en empleos en los que reciben salarios emocionales como la flexibilidad, los días libres, el equilibrio entre la vida personal y laboral, la salud y el bienestar, el buen clima laboral, espacios de trabajo innovadores, entre otros.

En este contexto, los espacios de trabajo se han convertido en áreas abiertas que fomentan la colaboración y la comunicación. Esta flexibilidad en el diseño de espacios permite a los empleados elegir el entorno que mejor se adapte a sus tareas y preferencias individuales, lo que a su vez mejora la satisfacción y la eficiencia laboral.

“Los espacios de trabajo están experimentando una transformación significativa en el país. Las salas de lactancia, los faith rooms, los baños sin género, así como salas de juego están ganando terreno en la reconfiguración de espacios laborales, debido a que cada vez más empresas invierten en el bienestar de sus colaboradores” comenta Arturo Bañuelos, Director Ejecutivo de Proyectos y Desarrollos de JLL México.

A pesar de no ser un espacio nuevo, las salas de lactancia están siendo incorporadas con mayor frecuencia para lograr el objetivo de que las madres trabajadoras tengan acceso a un espacio privado y adaptado para la extracción de leche en horario laboral. Empresas como Pfizer han incorporado este espacio de manera asertiva al convertirse en un referente ante la UNESCO para incentivar a otras empresas a comprometerse con acciones que promuevan la equidad de género y el apoyo a la maternidad en el entorno laboral.

Uno de los espacios recientemente adoptados son los baños sin género que tienen el objetivo de garantizar que todos los colaboradores se sientan cómodos y respetados en el entorno laboral, independientemente de su identidad de género. De igual manera, cada vez más empresas están incorporando faith rooms (cuartos de oración) en donde se tiene acceso a un espacio destinado en su totalidad a la práctica de la religión o espiritualidad.

Entre las nuevas tendencias en los espacios laborales también destaca la presencia de biofilia (sentido de conexión de los seres humanos con la naturaleza). Se ha demostrado que la incorporación de la biofilia mejora el bienestar, la concentración y la productividad de los colaboradores. Esto se logra mediante la inclusión de elementos naturales, como plantas, luz natural y materiales orgánicos, que brindan una sensación de calma y conexión con el entorno.

El aspecto recreativo también se encuentra en auge, incorporando salas de juegos y áreas de descanso donde los empleados pueden relajarse, socializar y recargar energía. Estos espacios contribuyen a reducir el estrés y promover la creatividad, al tiempo que fomentan la interacción entre los miembros del equipo.

Entre los beneficios que los salarios emocionales traen al empleado destaca la mejora en la calidad de vida y el crecimiento profesional y como parte de los beneficios que traen a la empresa destacan el aumento de la productividad y de la creatividad.

“Más allá de ser solamente espacios laborales, son entornos que ofrecen beneficios y comodidades adicionales a los colaboradores. Aspectos como el bienestar, la flexibilidad, la diversidad, la recreación y la conexión con la naturaleza contribuyen a crear entornos laborales más satisfactorios y estimulantes. Las empresas que reconocen el valor de estos salarios emocionales están generando un impacto positivo en la vida de sus empleados y, a su vez, obteniendo beneficios en términos de productividad y retención de talento” finaliza Arturo Bañuelos.