Guía para crear un presupuesto familiar o personal que te ayudará a manejar mejor tus finanzas
Que levante la mano quien ha llegado a la quincena en ceros… o quien ha tenido que pedir dinero prestado para lograr superarla. Contar con un presupuesto mensual es ideal no sólo para utilizar nuestros recursos de forma efectiva sino para vivir una vida libre de estrés y preocupaciones ante las eventualidades financieras.
Si quieres saber a dónde se te va ese dinero que no has podido ahorrar y dejar de vivir al límite los últimos días del mes, Elaine King, planificadora financiera y profesora del curso online de Finanzas personales para freelancers de Crehana —la comunidad de aprendizaje en línea de mayor crecimiento en Latinoamérica—, nos explica por qué es importante hacer un presupuesto personal o familiar y por dónde empezar sin gastar más en el intento.
¿Por qué tener un presupuesto y cuáles son los beneficios?
Un presupuesto nos permitirá administrar nuestro dinero para que, en la medida de lo posible, nos alcance para todo, inclusive para ahorrar o para alguna emergencia o imprevisto. La mayor parte de la deudas que contraen las personas se debe a la ausencia de un presupuesto personal o familiar, y al mal uso del dinero.
No tener clara la prioridad de nuestros gastos también puede resultar en incumplir el pago de algún servicio, atrasarse con los alquileres, no satisfacer nuestras necesidades de forma íntegra, entre otros tantos problemas. El objetivo es que te alcance mejor tu quincena, pero seguro te estás preguntando por dónde empiezo. Vamos paso por paso.
¿Cómo hacer un presupuesto?
Cuánto gastas y en qué. La primera recomendación es buscar facturas, estados de cuenta, y cualquier registro que nos permita saber en qué gastas tu dinero regularmente. Teniendo esta información a la mano, puedes establecer categorías, en las cuales debes incluir cada uno de tus gastos.
Trata de contabilizar y desmenuzar TODO, sé honesto contigo mismo; contempla el dinero que gastas en cosas que casi no se sienten, como entradas al cine o la mensualidad de los servicios de streaming. Una vez que los ubiques, asíganales una categoría, por ejemplo, en este caso, los gastos mencionados caben en la categoría “ocio o entretenimiento”.
Gastos fijos o variables. Toma nota de la periodicidad con la que realizas cada gasto. El pago de los servicios o del alquiler son egresos fijos, mientras que pagar por una consulta médica con el odontólogo, es algo variable; puedes colocar una categoría genérica y destinar recursos independientemente de la manera en que se gasten. Por ejemplo, contemplar gastos médicos como consultas, medicamentos y demás.
Control de gastos. Una vez que identifiques tus gastos, valora si realmente todos son indispensables e intenta recortar algunos. Para que algo se mantenga dentro de tu presupuesto mensual tiene que cumplir con 3 condiciones: debe ser necesario, debe tener utilidad, y lo más importante, debe ser algo que se pueda cubrir con el presupuesto y que no interfiera con otros gastos.
Toma decisiones y cambia hábitos en familia. Sin importar si vives con tu pareja y tus hijos o sólo con tu gato los ingresos y egresos cambian en función de cada familia, y como equipo deberán recortar los gastos que son innecesarios. Al identificar y clasificar tus gastos ya debes haber ubicado esos mil pesos que se te van en tomar un Uber cuando sales tarde a la oficina, o el dinero que gastas en comida a domicilio en lugar de preparar en casa. Cambiar el manejo de las finanzas implica también hacer un cambio en los hábitos familiares.
Crea y personaliza tu presupuesto. Si bien ya existen varias aplicaciones o calculadoras online con formatos predeterminados, si estás empezando, lo mejor es crear un documento de excel o spreadsheet que puedas personalizar según tus necesidades.
La plantilla de presupuesto familiar la puedes diseñar conforme a tus necesidades particulares. A continuación te enumeramos algunas categorías esenciales que te pueden servir de guía:
- Vivienda: todo lo relacionado al pago de rentas, hipotecas, mantenimiento, pago de impuestos y servicios, etc.
- Alimentación: un promedio de nuestros gastos mensuales en el supermercado y compra de alimentos en general.
- Transporte: compra de gasolina, mantenimiento, servicios, transporte público, etc.
- Ocio: salidas al cine, teatro, mensualidad de streaming, videojuegos, etc.
Salud: consultas al médico, tratamientos, medicinas, vitaminas, exámenes, etc.
Coloca un par de casillas para escribir cuál es el monto del presupuesto que se va a destinar para cada tipo de gasto y, al final del mes, cuál fue el costo real. La casilla de diferencia te puede ayudar a ubicar en qué categorías estás gastando de más o en dónde tienes que destinar más presupuesto o puedes recortar gastos.
Por último pero no menos importante Ahorra. Un presupuesto bien organizado siempre contempla el ahorro, no importa si el monto es grande o pequeño, lo importante es disponer de un fondo para emergencias; recuerda que la intención de diseñar un presupuesto de gastos individuales o familiares es anticiparnos a las eventualidades. Además, desarrollar el hábito del ahorro te puede ayudar a cumplir esa meta que siempre has querido alcanzar.
Si además de armar tu presupuesto familiar quieres saber cómo puedes poner en orden tu negocio o emprendimiento, te recomendamos el curso online de Elaine Finanzas personales para freelancers en Crehana, con el cual podrás crear un plan estratégico para tu negocio, un flujo de caja con proyecciones y un plan de contingencia.