Servicios Financieros

Latinoamérica es un terreno fértil para las fintechs

La industria fintech de Latinoamérica está valorada en 150 mil millones de dólares y sigue creciendo. El sector ha registrado un rápido crecimiento en los últimos seis años. Las inversiones de capital riesgo aumentaron más de 50 millones de dólares en 2013 a 4 mil millones en 2019.

El crecimiento se puede explicar por: los cambios tecnológicos masivos (rápida adopción digital con los smartphones e internet), la creación de un apoyo normativo que infunde confianza a los consumidores, así como el interés de los inversores y las inversiones extranjeras en los mercados privados.

Se prevé que el crecimiento continúe, porque la transformación digital está haciendo que la población que jamás se había acercado al mundo digital esté migrando, pues las nuevas tecnologías que son cada vez más fáciles de adoptar, están redefiniendo los productos y servicios.

Pero lo que impulsó el crecimiento fue el covid-19, ya que a partir del confinamiento, un número sin precedentes de personas adoptó o se adaptó a la vida digital. La pandemia provocó un cambio de comportamiento en el uso de los smartphones. Según el Informe de Movilidad de Ericsson, el 83% de los usuarios de teléfonos inteligentes afirman que las TIC les ayudaron a hacer frente a las medidas de distanciamiento social.

En cuanto a la inclusión financiera, 3,760 millones de personas realizaron transacciones de pago con medios digitales en enero de 2020. El valor total anual de estas transacciones se situó en 4,014 millones de dólares. El 27% de los usuarios de teléfonos móviles utilizan cada mes servicios de pago por móvil como Apple Pay, GooglePay y SamsungPay.

En América Latina, aproximadamente el 70% de la población mayor de 15 años no está bancarizada. Históricamente, abrir una cuenta bancaria en esta zona del mundo ha sido un proceso difícil en el que hay que cumplir complicados requisitos. Se necesita una prueba de empleo, ciudadanía y otros documentos financieros para poder abrir una cuenta.

Desafortunadamente, en algunos casos es necesario pertenecer al 20% de los ingresos más altos para acceder a productos financieros que incluyen un conjunto poco atractivo de comisiones ocultas que se dirigen a los pobres. Esto contrasta mucho con lo que ocurre en Estados Unidos, donde simplemente se puede entrar, abrir una cuenta y depositar ese mismo día.

Las fintech están resolviendo el problema que muchos tienen: eliminar la burocracia para acceder a servicios financieros, lo hacen accesible, sencillo y sin tanto papeleo. Así han encontrado un mercado en toda América Latina, pues se vive una baja penetración de la banca, bajos niveles de protección cibernética y una pésima calidad de atención al cliente.

En los mercados emergentes, las empresas de tecnología pretenden dirigirse a los segmentos no atendidos o poco atendidos del sistema financiero tradicional. La digitalización y la alfabetización financiera de los grupos de población desatendidos o excluidos son los principales retos que tratan de abordar.

Quizá el obstáculo más importante es que quieren ganarse la confianza de sus clientes, pues el público está acostumbrado a tratar con personas cara a cara y el uso de aplicaciones frena esto, lo que da como resultado que las personas no se sienten del todo seguras o cómodas compartiendo sus datos y problemas.

Así que el reto de las fintechs es generar confianza, no solo en el trato con las personas, sino también en la seguridad que está brindando cada empresa, pues la ciberseguridad es un asunto importante y cada negocio que surja, deberá responder ante la necesidad de los clientes pues están tratando con su dinero.

El mayor mercado de fintech latinoamericana está en Brasil, pues en 2019, se cerró el mayor acuerdo de inversión en el sector, con 400 millones de dólares recaudados por Nubank, un banco digital. Hay unas 500 startups en Brasil que han recaudado colectivamente capital por valor de 6,200 millones de dólares.

El segundo mercado más grande es México, pues ha registrado fuertes inversiones en fintechs como Konfio, Clip y Kavak.  Eso sí, es uno de los primeros países en aprobar su ley en esta materia, la cual cubre la mayoría de las actividades fintech.  Está pensada en autorizar, vigilar, suspender y revocar autorizaciones respondiendo a disposiciones contra el lavado de dinero.

De las 441 startups del sector identificadas en México hasta marzo de 2020, los sectores de pagos y remesas constituían la mayor cuota de mercado (20%). Los préstamos al consumo, junto con la gestión financiera empresarial y las tecnologías empresariales para instituciones financieras, siguieron cada uno con el 12% de la cuota de mercado.

El mercado latinamericano no bancarizado representa una oportunidad de 34 mil millones de dólares, por ello, las empresas fintech deben centrarse en la infraestructura, la confianza y la educación en el camino de la inclusión financiera.

Para que esto suceda,  se necesitan sistemas terminal punto de venta para los comerciantes, protección antifraude, una red de identidad digital, modelos alternativos de riesgo crediticio, entre otras opciones. Eso sí, la inclusión financiera no se producirá de la noche a la mañana, pero con las mentes y los recursos adecuados, se puede formalizar a los informales.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar. Contacto [email protected]

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