Flor de cempasúchil, un símbolo mexicano que proveniente ¿de china?
México ha dejado de ser uno de los líderes de la exportación de cempasúchil desde hace algunos años, superado por China; el financiamiento podría ayudar a exportadores nacionales a cubrir la demanda en el mercado internacional, asegura Drip Capital
El día de muertos es una tradición que se ha convertido en un símbolo de la cultura mexicana en el mundo. Los altares creados son una prueba de la gran creatividad que hay en la sociedad del país que puede apegarse a la vanguardia sin perder las costumbres.
Es imposible imaginarnos esta época sin la flor de cempasúchil, que pinta todas las calles de México. Es el primer contacto con esta tradición y el comienzo de su venta anuncia la llegada de noviembre.
Sin embargo, en la actualidad, México ha dejado de estar dentro de los principales productores y exportadores de esta flor. “Existe una gran posibilidad para que los productores locales vuelvan a competir en el mercado internacional”, comenta Edumundo Montaño, director general de Drip Capital México, empresa de financiamiento especializada en factoraje.
¿De dónde viene la flor de cempasúchil?
El cempasúchil es una flor originaria de México y Centroamérica. Su nombre proviene del náhuatl “Cempahualxochitl” cuyo significado es: flor de 20 pétalos.
Su uso comenzó en la época prehispánica, en las culturas mesoamericanas, quienes comparaban su color con el del sol y, por ello, era utilizada como decoración en altares, ofrendas dedicadas a los muertos y entierros. Aunque también tenía usos medicinales.
A la fecha, México mantiene volúmenes altos de producción de esta planta. De acuerdo con la Subsecretaría de Agricultura, en 2019 se produjeron 79 mil 344 toneladas, siendo el Estado de México, Puebla, Hidalgo, Guerrero, Michoacán, Tlaxcala, San Luis Potosí, Morelos, Oaxaca, Ciudad de México y Durango los principales productores
De acuerdo con el Instituto de Ecología, existen más de 55 especies de cempasúchil en todo el continente americano, desde el sur de Estados Unidos hasta Argentina. De estas, 30 especies son nativas de México, posicionándose como “el centro de evolución de este género”.
Los estados donde se encuentra la mayor abundancia silvestre de esta flor son Guerrero, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Morelos, Oaxaca y Puebla.
Su valor industrial: un pigmento natural
El cempasúchil es usado para la obtención de pigmentos naturales, principalmente, en la industria avícola. A través de esta flor, se obtiene la luteína que da coloración a la piel de los pollos y hace que las yemas de los huevos adquieran un color más intenso y que se vuelve más atractivo para los consumidores.
El proceso de extracción es por medio de solventes y enzimas. Sin estos pigmentos, el color de una yema, por ejemplo, sería casi transparente.
China es el principal exportador de Cempasúchil
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), es un estudio realizado con Instituto de Biología de la UNAM y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), México ha dejado de figurar, desde hace algunos años, como uno de los principales exportadores de cempasúchil.
Los nuevos líderes en la producción de esta flor son:
¿Cómo pueden los productores mexicanos aprovechar el interés del mercado internacional en este producto mexicano?
La derrama económica que deja el Día de Muertos representa grandes oportunidades para los productores de cempasúchil. De acuerdo con la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), en 2019 se registró una derrama de 18 mil millones de pesos por las celebraciones.
Aunque este número bajó a más de la mitad en 2020 (9 mil millones de pesos), debido a los cierres de cementerios y mercados provocados por la pandemia de COVID-19, los vendedores del mercado de Jamaica, el centro de la venta de flores de la Ciudad de México, esperan que este año los números vuelvan a ser favorables.
“El interés mundial en esta tradición mexicana abre grandes oportunidades para que los productores locales vuelvan a ser competitivos en la exportación del cempasúchil. Las ventas al exterior pueden ser más grandes si se cuenta con los recursos necesarios para poder lograrlo”, concluye Edmundo Montaño.
El financiamiento es clave para poder exportar productos sin caer en ningún riesgo. El factoraje continúa siendo una de las opciones más favorables para PyMEs que buscan aumentar sus ventas en otros mercados sin contraer ningún tipo de deuda.
