El salario y los beneficios otorgados a las personas por el trabajo que realizan dentro de la organización, son un componente importante cuando se busca la satisfacción y la mejora de la experiencia de los empleados.
Tanto el salario como otros beneficios no monetarios como ventajas, recompensas y facilidades, que constituyen la propuesta de valor del empleado, contribuyen en gran medida a su retención, porque incrementan su sentido de pertenencia a una empresa que los cuida y que escucha sus necesidades.
Pero una revisión salarial por sí sola no basta para garantizar una política de Recursos Humanos eficaz y transparente. Los datos referentes a esta política deben ser comunicados con claridad, y ser rápida y fácilmente accesibles para todos los colaboradores. Además, se deben justificar las remuneraciones en función del rendimiento y de las competencias de cada empleado.
Otros elementos esenciales en la satisfacción de los empleados son su formación profesional y la promoción de su desarrollo a corto, mediano y largo plazo. Que los colaboradores tengan la posibilidad de gestionar su formación en un espacio específico, personalizable, modulable, lúdico y autónomo sobre diversos temas, les permitirá desarrollar sus competencias en función de sus necesidades y aspiraciones profesionales.
Por ello es importante que los líderes sean capaces de comunicar con eficacia las oportunidades de desarrollo profesional y las perspectivas de evolución dentro de la empresa. Así los empleados se sienten valorados y se comprometen con su trabajo al saber que su empleador está dispuesto a invertir en su desarrollo.
Cegid, considera que existe otro factor que también incrementa la satisfacción de los empleados, y es la gestión transversal, que se ha convertido en un elemento clave para el éxito de las empresas modernas.
La gestión transversal es un enfoque de gestión que se centra en la colaboración y la coordinación entre los diferentes departamentos y equipos dentro de una organización. Una de las ventajas de esta innovadora gestión es que permite dar sentido al trabajo de los empleados al implicarlos en la toma de decisiones y al darles una visión clara de los objetivos de la empresa.
Cuando lo anterior ocurre, se genera un impacto positivo en la motivación y productividad de los empleados, porque comprenden mejor su contribución al éxito de la organización, sobre todo cuando se les mantiene informados de los avances clave de la empresa y de su papel en su implementación.
De igual forma, compartir los objetivos operativos es adecuado para el éxito de la gestión transversal. Un diálogo continuo entre los empleados y sus jefes contribuye a identificar los retos y las oportunidades, aclarar las funciones y las responsabilidades, mejorar la comunicación y reforzar la colaboración.
Al implicar a los empleados de todos los niveles de la empresa, compartiéndoles la estrategia y los objetivos operativos de forma transparente, los directivos crean un entorno laboral más colaborativo y eficaz. Escenario ideal para estimular la innovación, mejorar la calidad del trabajo y alcanzar los objetivos comerciales de una mejor manera.
Cumplir las expectativas de los empleados genera un impacto significativamente positivo en su satisfacción. Empleados más satisfechos son más propensos a recomendar su empresa a otros talentos potenciales y a contribuir a la creación de una cultura empresarial positiva.
Por lo tanto, que los responsables de RR.HH. apuesten por una atractiva propuesta de valor, por la formación profesional y por objetivos compartidos, creará una experiencia laboral más humana y centrada en la persona, factores clave cuando de la satisfacción de los empleados se trata.
