Todas aquellas empresas interesadas en mantener y fortalecer su operación, pero, sobre todo, en evolucionar, deben ser conscientes de que desde hace algún tiempo se encuentran inmersas en la economía de las competencias, por lo que es importante que se adapten con agilidad y que apuesten por sus empleados. De tal manera que innovar y automatizar procesos para optimizar su transición a esta nueva economía es indispensable.
La reciente situación sanitaria dio paso a una nueva relación con el trabajo, debido a que los profesionales comenzaron a cuestionarse profundamente sobre el lugar que el trabajo ocupa en sus vidas, y, principalmente, a replantearse un equilibrio de tiempo entre su vida laboral y personal.
Cada vez son más los empleados que se replantean sus carreras y sus objetivos profesionales, así como las condiciones en las que ejercen su trabajo, por lo que para muchas organizaciones de todo el mundo fue imposible quedar ajenas a fenómenos como la gran dimisión y la renuncia silenciosa.
Uno de los procesos cruciales para el profesional, una vez que ha sido contratado, es la incorporación a su puesto de trabajo. Es un periodo ambivalente para ellos, ya que la alegría que supone un nuevo empleo se mezcla con el estrés de tener que demostrar a su empleador sus capacidades y que la decisión tomada respecto a su candidatura fue la correcta.
Cegid, proveedor líder mundial de soluciones de gestión empresarial en la nube para los sectores finanzas (ERP, tesorería, impuestos), Recursos Humanos (Nómina y gestión del Talento), Contabilidad, Retail, Emprendedores y Pequeñas Empresas, considera que para facilitar el paso por la delicada etapa de incorporación y conseguir que el recién llegado permanezca en la empresa mucho tiempo, las acciones llevadas a cabo por esta última en los primeros 90 días son fundamentales.
Por ello es importante que, incluso previo al primer día de trabajo, los managers aclaren las dudas de los empleados, les den acceso a un portal para que pueda rellenar formularios, iniciar su formación, y asistir a reuniones de equipo.
También hay que estar preparados para recibir físicamente al empleado y transmitirle la cultura de la empresa. Además, comunicar al recién llegado sus responsabilidades y establecer expectativas con todo el equipo lo hará sentirse bien recibido.
Es un error pensar que justo pasada la etapa de incorporación se puede bajar la guardia porque se ha cubierto la vacante. Ahora la empresa debe ofrecer al empleado una experiencia auténtica y personalizada. Retenerlo e involucrarlo para mantener su compromiso y que la idea de renunciar sea impensable. Ello implica cuidar con constancia el bienestar de los empleados, inspirarlos y guiarlos hacia su próximo puesto de trabajo.
La estrategia de Recursos Humanos debe procurar el ritmo en la carrera profesional de los colaboradores. Hay que ofrecerles posibilidades de desarrollo y darles acceso a la formación que necesitan para desarrollar sus capacidades y su empleabilidad futura. Es decir, cubrir sus expectativas en un ambiente en el que no solo deseen trabajar, sino que además puedan hacerlo de manera óptima.
El mercado laboral actual, uno de los más complejos de la historia, obliga a las organizaciones a mantener su compromiso con los empleados y a adoptar estrategias de RR.HH. que en cada etapa giren en torno a ellos, desde su contratación, integración, trayectoria y hasta su la salida, que incluso pueda no ser definitiva.
