Tus inversiones generan impuestos
Esto es lo que tienes que saber
Ante el temor de perder poder adquisitivo por factores como la inflación, los mexicanos están optando por cambiar el esquema tradicional de ahorro y migrar hacia las inversiones. De hecho, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB) en 2022 se reportaron 4.95 millones de cuentas de inversión contra 3.09 millones de las registradas en 2021, un crecimiento de 60% de un año a otro.
Y como todo ingreso, las inversiones y los rendimientos que se generen, deben ser declarados ante el SAT. “Las ganancias que tengamos en cualquier inversión, no importando desde dónde lo hagas, generan impuestos, y cada tipo de activo genera un impuesto específico”, afirmó Omar Larré, cofundador de Fintual.
En las inversiones, existen dos tipos de activos principales: Renta Variable y Deuda o también conocida como Renta Fija. El primero se refiere a acciones de empresas que cotizan en alguna de las bolsas, y el segundo en bonos, préstamos, créditos de empresas o gobiernos. Y cada tipo de activo genera un impuesto específico.
El especialista de Fintual comparte una guía rápida de lo que debes saber para declarar tus inversiones ante el SAT y cumplir con tus obligaciones fiscales.
- Deuda o Renta Fija
Los fondos de inversión retienen impuestos al dinero invertido al año, cuando estos se clasifican como de deuda o renta fija. Sin embargo, esto es una retención, no el impuesto definitivo.
El porcentaje de esta retención cambia cada año, dependiendo lo que pida el SAT. Por ejemplo, este 2023 es de 0.15% (anualizado) mientras que en 2022 fue de 0.08%, por lo que el impuesto que efectivamente se pagará se calcula sobre el interés real que hayan obtenido las inversiones en renta fija, es decir, los rendimientos que hayan superado la inflación.
Estos rendimientos se suman a todos los ingresos sobre los que se paga el Impuesto sobre la Renta (ISR), por ejemplo, sueldos, rentas, venta de casas, honorarios, entre otras. Y se le aplicará la tasa de impuestos que puede llegar hasta el 35% para quien gane más dinero.
- Renta Variable o Capitales
El impuesto a la Renta Variable es más sencillo. En este tipo de inversiones no se hace ninguna retención, sólo se le avisa a Hacienda cuáles fueron las ganancias o pérdidas por este concepto en el año.
A finales de febrero, los inversionistas reciben una constancia con esa información y se presenta en la declaración anual. Este impuesto se paga anualmente en la declaración anual fiscal, y se cobra un 10% sobre la ganancia obtenida ajustada por inflación (salvo algunas excepciones para los grandes capitales).
Es importante identificar el tipo de activo en el que estás invirtiendo para cumplir con las obligaciones fiscales y evitar cualquier tipo de sanción.
