Transformación digital del sector público, un área de oportunidad para México

La transformación digital del sector gubernamental ha dejado de ser una “opción” para convertirse en una obligación. La pandemia dejó ver el progreso y, más importante, las áreas de oportunidad para muchos gobiernos alrededor del mundo dentro de esta materia. Especialmente en aquellos donde la adopción de entornos digitales se había dado de manera poco frecuente.

En el caso de México, el país número 62 a nivel global según el ranking por índice de desarrollo del gobierno electrónico de la ONU, por detrás de otros países de Latinoamérica como Costa Rica, Brasil, Argentina, Uruguay y Chile, y muy alejado de los líderes en este aspecto a nivel mundial como Corea del Sur y Dinamarca.

A pesar de los grandes avances y progresos en ciertas regiones y países específicos, la disparidad a nivel global sigue siendo evidente. De hecho, de acuerdo con el reporte “Agentes de transformación” realizado por CISCO AppDynamics, en la actualidad únicamente el 21% de las organizaciones del sector público del mundo cuenta con un enfoque predominantemente estratégico de innovación. Además, otro dato importante que señala el reporte es que los profesionales de TI de este sector están dedicando menos tiempo a actividades estratégicas en comparación con sus homólogos de otras industrias.

Lo anterior, combinado con factores como el alza de los precios de la energía, el aumento del costo de vida y la escasez de recursos en las organizaciones públicas, ha generado rezagos importantes en los planes de transformación digital, tanto así que, según cifras recientes de McKinsey, a nivel global, tan solo el 22% de los principales esfuerzos de cambio por parte de los gobiernos realmente cumplen sus objetivos en tiempo y forma, y dentro del presupuesto.  

Algo que es sumamente importante hoy en día, es transmitir de manera eficaz el mensaje de lo vital que es la transición hacia entornos y aplicaciones modernas, basadas principalmente en tecnologías nativas de la nube, para que estas funjan como un trampolín que permita aumentar la velocidad de innovación y reimaginar las experiencias digitales.

Actualmente, los tecnólogos no cuentan con las herramientas necesarias para administrar y optimizar la disponibilidad y el rendimiento de estos entornos. Sin embargo, afortunadamente, los tecnólogos del sector público tienen claro lo que deben hacer para superar los desafíos que van de la mano de utilizar complejas estructuras de aplicaciones modernas que generan métricas masivas, que cambian constantemente y en tiempo real, que es básicamente la utilización de soluciones que les permitan administrar el rendimiento de una manera controlada y proactiva.

Cifras de CISCO AppDynamics evidencian que el 82% de los profesionales considera que la observabilidad de todo su stack tecnológico es fundamental para la transformación digital sostenible y perdurable, lo cual está llevándolos a reconocer la necesidad de invertir en nuevas soluciones para garantizar la seguridad de las aplicaciones, construir infraestructuras más resistentes, y vincular los datos de rendimiento de TI con las métricas comerciales en tiempo real.

“El reto para los equipos de TI es poder integrar la velocidad y la escala requeridas de innovación en sus operaciones diarias, no obstante, deben entender que los buenos resultados toman tiempo. Lo ideal es que enfoquen sus esfuerzos en la adopción de aplicaciones modernas -nativas de la nube- que puedan proporcionar una plataforma para tener operaciones más ágiles y consistentes”, afirma Joao Fabio de Valentín, director de CISCO AppDynamics para América Latina.

Por fortuna, a pesar de los obstáculos y la presión, el sentimiento predominante en la mayoría de los departamentos de TI del sector público es positivo. Los especialistas en TI han demostrado su valor, aprendido nuevas habilidades y fortalecido su credibilidad. Y ahora están listos para aprovechar el impulso que han generado y acelerar la marcha, adoptando un enfoque más proactivo y estratégico de la innovación.

En el caso de las organizaciones, es imperativo que acompañen a sus equipos de tecnología y los habiliten con las herramientas y los conocimientos necesarios para maximizar el impacto de los programas de transformación digital actuales y futuros; todo esto para proporcionar a los ciudadanos las experiencias digitales fluidas e intuitivas en las que podrán confiar incluso en momentos de incertidumbre.