MiPYME’s rurales son modelos de desarrollo sostenible
a Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 27 de junio como el Día de las Microempresas, Pequeñas y Medianas Empresas, con el objetivo de reconocer la importancia de los pequeños negocios, los cuales permiten garantizar un futuro equitativo y mejores oportunidades laborales para la población.
De acuerdo con datos del último Censo Económico del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las MiPYME’s representan el 99.8% del total de las empresas en el país, generando 24.1 millones de empleos. Sin embargo, es importante también considerar el caso de las MiPYME’s en entornos rurales, comúnmente conformados por cooperativas que impactan positivamente a las comunidades y su entorno.
“Existe una enorme cantidad de MiPYME’s en comunidades rurales que involucran la participación de todos los individuos que pertenecen a ellas. Estas MiPYME’s no solo buscan generan lazos más fuertes entre los habitantes de su sociedad, sino que también aprovechan de forma sostenible los recursos naturales y el ecosistema”, mencionó Andrés Pérez Peña, gerente general de FUNDACIÓN ADO.
Ante ello, FUNDACIÓN ADO comparte tres factores de las MiPYME’s en comunidades rurales que las llevan a ser modelos de desarrollo sostenible para el entorno económico del país:
1. Fomentan el desarrollo comunitario
Más allá de sólo la remuneración económica, las MiPYME’s y proyectos cooperativos buscan la mejora en la calidad de vida de toda una comunidad. Mediante fuertes lazos de cooperación y una visión humana, éstas son capaces de influir en la forma en que se desarrolla y evoluciona la dinámica de una sociedad.
2. Visión sostenible integral
Fuera de la medición de emisiones de carbono o acciones de voluntariado, las MiPYME’s son ejemplo de empresas socialmente responsables. Esto derivado de que el aprovechamiento de los recursos naturales se realiza de forma consciente, con el conocimiento de que es el ecosistema lo que les permite continuar con su negocio.
3. Equidad de género
Si bien en el país hay cada vez más mujeres en posiciones de liderazgo, en el caso de las MiPYME’s rurales, en muchos casos éstas son empresas conformadas y lideradas en su totalidad por las mujeres de la comunidad que habitan. Enfocadas en actividades desde producción de artesanías, hasta producción agrícola y pecuniaria, estas empresas han logrado mejorar en diversos aspectos su comunidad de origen.
Dentro de los proyectos en los que la fundación invierte, se encuentran emprendimientos comunitarios dedicados a actividades como: ecoturismo, producción de miel en cafetales, manejo de café de sombra agroforestal, artesanías, producción de cerdos orgánicos, entre otros. A través de la coinversión social, FUNDACIÓN ADO acompaña a los socios locales y sus proyectos para potenciar el uso de recursos, lo que da como resultados emprendimientos que se convierten en pequeñas empresas que transforman a las comunidades.