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Los riesgos de la positividad tóxica en el trabajo y 6 claves para no caer en los excesos

En los últimos años, ha habido una tendencia creciente al fomento a la positividad en el lugar de trabajo. A menudo se considera una forma de mejorar la motivación y la productividad de los empleados. Sin embargo, esta tiene un lado oscuro y, cuando se vuelve tóxica, puede tener graves consecuencias para las personas y las organizaciones.

La positividad tóxica es la creencia de que siempre hay que ser positivo, pase lo que pase. Esto puede llevar a las personas a negar y reprimir sus emociones negativas o circunstancias problemáticas, lo que puede tener una serie de consecuencias no deseadas, entre ellas:

●      Aumento de estrés y ansiedad

●      Disminución de la autoconciencia

●      Dificultad para afrontar emociones y situaciones complicadas

●      Mayor riesgo de agotamiento al tener que contener y no dar salida a sentimientos de incomodidad

Para muestra basta un botón: es común ver en LinkedIn colaboradores que dicen amar su trabajo, y no dudamos que sea cierto, pero suele pasar que cuando hablas con ellos de manera personal, las quejas e inconformidades surgen. ¿Qué pasa ahí, entonces?

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Berkeley, el cual descubrió que las personas que utilizaban LinkedIn tenían más probabilidades de sentirse estresadas y ansiosas que las que no utilizaban la plataforma, debido a que encontraron que los usuarios de esta red social eran más propensos a la autopromoción, a comunicar sólo los aspectos positivos de su trabajo y a compararse con los demás, lo que contribuía a generar sentimientos de poca compatibilidad e inseguridad.

Los riesgos de la positividad desmedida no se limitan a las personas, las organizaciones también pueden sufrirla cuando ésta se vuelve tóxica. De acuerdo con datos de investigadores de la Universidad de Toronto las organizaciones que promueven este tipo de cultura son más propensas a tener altos índices de rotación y bajos niveles de innovación.

Ahora bien, de acuerdo con expertos de Sesame HR, desarrollador de tecnología e innovación para la gestión de Recursos Humanos, las compañías pueden implementar seis acciones para combatir lo negativo de la positividad tóxica.

  1. Aprender a integrar tanto emociones negativas como positivas. Para ello, ofrecer capacitación para adquirir habilidades enfocadas en la gestión de emociones, afrontamiento de problemas y/o conflictos y resiliencia será de utilidad al momento de lidiar con momentos complejos o inciertos.
  2. Comunicar hechos y expectativas de manera realista, pero de manera empática. Lamentablemente no todo serán buenas noticias, pero negar la realidad puede ser fuente de ansiedad e incertidumbre. Detrás de una comunicación transparente, se necesita desarrollar una mentalidad centrada en soluciones y acciones para dar salida a los problemas.
  3. Fomentar una cultura de autenticidad es fundamental. Animar a las personas a ser ellas mismas, aunque eso signifique expresar emociones negativas, es un camino para integrar los diferentes aspectos que implican el trabajar con personas. Nadie es todo el tiempo positivo ni negativo, aprender a moverse entre un amplio espectro de emociones ayudará a fomentar un espacio de trabajo más humano.
  4. Promover espacios para compartir emociones de manera guiada. Las endorfinas nos hacen sentirnos bien. Agendar de manera periódica actividades en donde se pueda hablar abiertamente de lo que realmente sienten los colaboradores es una buena alternativa. Lo ideal es hacerlo con ayuda de un mediador que pueda gestionar los sentimientos que surjan y canalizarlos de manera constructiva con el objetivo de brindar soluciones que satisfagan las necesidades de los involucrados.
  5. Para lograr lo anterior, es necesario fomentar una cultura de comunicación interna abierta y honesta. Perder el miedo a entrar en contacto con quejas, reclamos o sentimientos negativos para erradicar la cultura del “todo está bien” es la vía para tener un lugar de trabajo que no acumule inconformidad, malestar y desmotivación.
  6. Realizar encuestas de satisfacción laboral con cierta frecuencia es una buena herramienta para conocer el clima que perciben los colaboradores. El saber qué piensan y sienten ofrecerá información valiosa para analizarla y tomar decisiones al respecto.

Está bien no ser positivo todo el tiempo. De hecho, es sano expresar una variedad de emociones, no hay que dejar que la positividad tóxica nos haga sentir que tenemos que reprimir sentimientos, aun tratándose del entorno laboral.

Si te preocupa el impacto de la positividad tóxica en tu lugar de trabajo, el área de Recursos Humanos es una área estratégica para gestionarlo de manera adecuada.  Estas acciones ayudarán a crear un entorno de trabajo satisfactorio y humano y no solamente positivo para comunicarlo en Linkedin, sino realmente vivirlo en el día a día.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar. Contacto [email protected]

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