La subcontratación de personal formal: herramienta clave para hacer frente al desempleo y a la informalidad

Mientras que el IMSS reportó una pérdida de 3.2% de empleos al 31 diciembre de 2020, la AMECH  reportó un incremento de 6.2%  

El Covid-19 ha desencadenado una de las peores crisis laborales en México, las empresas están haciendo todo lo posible para reconstruir un mercado laboral mejor y más resistente, y mientras esto sucede la AMECH reporta números favorables en un escenario nada alentador.

“De acuerdo a cifras del IMSS el 2020 dejó una pérdida de 647,710 empleos formales, mientras que las  empresas asociadas a la AMECH reportaron un incremento de 10,185 puestos de trabajo formal, todos ellos con el pago debido del 100% de cuotas de seguridad social y de impuestos, conforme al salario real de los trabajadores, así como las prestaciones correspondientes de ley, lo cual quiere decir que las empresas asociadas a la AMECH ayudaron a combatir el desempleo ocasionado por la pandemia, generando puestos de trabajo dignos,” señaló Héctor Márquez Pitol, Presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH).

Cabe destacar que, a pesar de la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19, las más de 100 razones sociales de subcontratación legal integrantes de la AMECH indican que totalizaron 175,720 empleos tercerizados durante el año 2020, pero debido al carácter de “primer empleo” y a la temporalidad de estos, se estima una generación de empleos a más de 600 mil mexicanos.

“La subcontratación legal es igual a trabajo decente y va de la mano con la creación de empleos formales y el crecimiento económico cuyos pilares son: pago del 100% de las cuotas de seguridad social y de impuestos, conforme al salario real de los trabajadores, así como, respeto de los derechos de los trabajadores. Sabemos que existen prácticas ilegales cuyo objetivo es incumplir o eludir obligaciones fiscales y de seguridad social hacia sus empleados, algunos ejemplos son: pagos por fuera del salario para disminuir la carga social, pago por honorarios, pago por asimilables a salarios, asociaciones civiles, creación de sindicatos, sociedades civiles, sociedades cooperativas, entre otros, es por ello que la AMECH considera necesaria una reforma de ley que combata éstas prácticas y que beneficie al mercado laboral y a la creación de empleos formales y dignos”, señaló Héctor Márquez.

Números de la subcontratación en México

Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señala que el personal ocupado en outsourcing pasó de 3 millones 578 mil 247 trabajadores en 2014 a 4 millones 685 mil 356 en 2019, lo que significó un crecimiento de 30.94% durante este lapso.

De acuerdo con declaraciones de la actual Secretaria de Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, anualmente se suman aproximadamente 200 mil trabajadores a este esquema de trabajo en sectores como manufactura y servicios, principalmente.

Asimismo, a través de los Censos Económicos del INEGI se puede observar la evolución de la distribución del personal ocupado según categorías. En el mercado laboral mexicano, en 2004 el personal ocupado a través de subcontratación representó el 8.6% del total.

En el año 2009, el 56.6% fue personal remunerado, el 29.8% fueron propietarios, familiares y otros trabajadores no remunerados y el 13.6% restante correspondió a personal no dependiente de la razón social, es decir, del outsourcing.

Para el año 2014 la participación del personal ocupado vía outsourcing se incrementó a 16.6% y en 2019 llegó a 17.3%.

“Este modelo de contratación además apoya a sectores vulnerables, como jóvenes, mujeres, personas con discapacidad, entre otros. En los jóvenes en particular, un porcentaje elevado se trata del primer empleo”, indicó Héctor Márquez.  

“La subcontratación bien implementada, impulsa el desarrollo de la economía formal, de las empresas y del bienestar de los trabajadores y sus familias por ello la AMECH está a favor de una regulación correcta y efectiva que:

• Acabe con la simulación, subregistro, evasión, elusión, el abuso hacia los trabajadores así como con las prácticas fiscales que impactan al erario.
• Establezca mecanismos seguros de coordinación entra las entidades públicas que permitan cruzar las diferentes obligaciones contenidas en las leyes.
• Pugne por el ejercicio irrestricto en la aplicación de las empresas que incumplen con lo estipulado en la Ley y provocan la precarización del trabajo; así como la disminución de los derechos de los trabajadores
• E impulse el crecimiento de la economía y de las empresas, así como asegure la competitividad en igualdad de condiciones a través del cumplimiento de obligaciones, generación de empleos formales, dignos, decentes y bien pagados”, concluyó Héctor Márquez Pitol.

La correcta reglamentación e implementación de la subcontratación laboral, lejos de precarizar el empleo, fomenta la competitividad del país y garantiza el respeto a los derechos de los trabajadores y sus condiciones laborales, además de ser una herramienta indispensable para darle la vuelta a la crisis laboral y económica derivada de la pandemia, “El porcentaje de crecimiento en generación de empleos que reporta la AMECH el año pasado, es un claro indicador de que la subcontratación legal es un gran aliado para hacer frente a la crisis laboral y económica ocasionada por el Covid-19, impulsando la economía del país y ofreciendo certidumbre laboral a todos los colaboradores que son contratados bajo esta modalidad,” concluyó Héctor Márquez Pitol.