¿Qué debo hacer si mi negocio va mal?

Si sientes que tu negocio no está funcionando como debería o que estás a punto de llegar a la quiebra, no te desesperes, debes saber que no todo está perdido. Lo creas o no, es normal que las empresas en algún punto presenten problemas de ventas y liquidez, y cuando esto sucede inevitablemente causan una sensación de angustia y estrés muy grande en sus dueños, quienes han dedicado tantas horas de trabajo, invertido energía y dinero para alcanzar resultados que sencillamente no llegan, pero en estos casos lo más recomendable es mantener la calma y pensar en nuevas estrategias para que el negocio se recupere. En vista de esto, puedes considerar lo siguiente:

Tips para rescatar un negocio que no funciona

Si bien, recuperar tu negocio de una crisis tan grande puede resultar ser un verdadero desafío, si realmente estás dispuesto a tomar acción al respecto, tu empresa con ayuda de estas recomendaciones puede salir adelante.

Se capaz de identificar cuál es el problema que genera esta crisis

Si no eres consciente del factor que está haciendo que tu empresa falle, lamentablemente no podrás solucionarlo. Por lo que es fundamental que evalúes qué está pasando, fíjate si cuentas con suficientes ingresos como para mantener tu negocio, si consigues o no un buen flujo de clientes o si acaso has perdido la pasión por lo que haces. Identificar el problema debe ser el primer paso a dar para poder recuperar una empresa en caos. Pues en función de esto serás capaz de establecer las estrategias adecuadas que necesitas para salir de ese tropiezo.

Para ello, debes conocer a detalle cómo es el funcionamiento de tu comercio, tender registro de tus números y del inventario, pues puede que el problema sea financiero y necesites acudir a créditos para negocio que te permitan desahogarte de tus deudas. De ser este el caso, es muy importante que evalúes muy bien si podrás ser capaz de cancelar en su totalidad el préstamo, ya que de lo contrario solo estarías contribuyendo a empeorar las cosas.

Estudia las conversaciones que estableces con tus clientes potenciales y el marketing que pones en práctica. Sé consciente de todo en tu empresa, solo así podrás analizar en cualquier momento lo que está funcionando y lo que ya no y en base a esto, realizar cambios pertinentes.

No caigas en las comparaciones

Las comparaciones nunca son buenas, pues por lo general tienden a empeorar las cosas, sobre todo si tienes inseguridades en tu negocio. Por ello, es importante saber definir la línea entre el análisis de tu competencia y la comparación con la misma, ya que, si comienzas a fijarte solo en las debilidades de tu negocio y no en sus fortalezas, lo más probable es que termines sintiéndote peor, sabiendo que otras empresas de tu sector si consiguen el éxito. Así que, en lugar de solo fijarte en lo negativo y deprimirte por ello, podrías sacar ventaja de esto y comenzar a indagar en los aspectos que están haciendo que las cosas vayan mal. Por ejemplo, puede que tu comercio solo disponga de un método de pago y que el resto ofrezca una amplia variedad de opciones, lo cual atrae a más clientes; en este caso, podrías considerar aceptar tarjetas, tanto de crédito como de débito, ligas de pago y todas las plataformas de pago online, que es lo que más se está utilizando actualmente.

No seas impaciente ni caigas en la desesperación

Todo en esta vida lleva su proceso y puede que a veces por estar tan entusiasmado por ver los resultados y que estos no llegan, caes en desesperación y piensas que las cosas no están funcionando. Debes ser consciente que la etapa de probar una estrategia comercial es bastante dura, puesto que suele pasar que el objetivo que tenías planteado no se cumple exactamente en el tiempo que esperabas, más, sin embargo, no quiere decir que nunca se va a llevar a cabo.

Ser impaciente puede hacer que tomes decisiones no premeditadas, lo cual en un negocio no es factible, debido a que puede conllevar a algo peor. De igual forma, necesitas determinar si realmente es cuestión de continuar esperando o si es hora de realizar modificaciones para corregir la falla; y es aquí donde recae la importancia de conocer tu negocio y sus movimientos.

Detecta las posibles fugas de dinero y detenlas

Otro factor que puede hacer que tu negocio no opere correctamente son los posibles desvíos de fondos, ya sea por un robo directo o indirecto, alguna alteración en los precios de la que no seas consciente o cualquier otra vía por la que se esté perdiendo el dinero de la empresa. Es muy importante que investigues si esto está ocurriendo y detenerlo de inmediato si es el caso.

Estudia a detalle los procesos que se llevan a cabo dentro de tu organización, y con ello determina cuáles son las debilidades del sistema que hacen que tengas pérdidas, puede ser que algún empleado quiera sacar provecho de algo que no le corresponde o que hayas realizado transacciones de las que no recuerdas. La administración del dinero en una empresa es un tema delicado que debe llevarse de manera estricta. No olvides que los pequeños gastos que suelen pasar desapercibidos también generan pérdidas a futuro.

Aprende a definir qué es lo más importante y aférrate a ello

Puede que al entrar en la desmotivación que produce no conseguir que tu empresa prospere, caigas en un bloqueo que no te permita ver con claridad hacia dónde debes llevar tu negocio, y en su lugar termines haciendo las cosas al azar sin establecer un plan estratégico. Esto es un grave error que no debes cometer, pues hacer las cosas sólo porque sí, sin pensar a futuro ni plantearse metas, es uno de los factores que conllevan al fracaso de cualquier proyecto. Así que, en vez de andar sin rumbo, piensa en aquello que consideras que es lo más importante para hacer funcionar tu negocio y crea un camino para llegar a ello, plantéate qué es lo que más requiere tu empresa ahora mismo y cómo puedes conseguirlo. De esta manera te será más fácil salir de la crisis.