En el marco del Día Internacional de la Mujer, hablar de equidad laboral aún se percibe como una meta lejana y persiste la deuda histórica de la sociedad en cuanto a la igualdad de oportunidades para las mujeres en el trabajo, por lo que es fundamental que las empresas adopten acciones y herramientas para cerrar esta brecha de género, afirma Fernanda Riffo, Directora de Operaciones de Rankmi, plataforma all in one líder en la automatización de procesos de gestión de personas en Latam.
De acuerdo con el Rankmi Pulse, estudio realizado por la empresa para identificar los desafíos de las áreas de capital humano, se detecta que sólo 13% de las organizaciones en América Latina, especialmente en Argentina, reforzaron su estrategia en diversidad, equidad e inclusión durante 2022, y únicamente 21% tiene planes para hacerlo durante el 2023. En México solo el 11% de las empresas priorizan este desafío.
Para acelerar este cambio de cultura laboral en las empresas, la especialista recomienda enfocar los procesos de reclutamiento y selección con equidad de género, eliminando sesgos y entregando mayores espacios de liderazgo a las mujeres, así como establecer procedimientos equitativos y transparentes de compensación y promoción que ofrezcan las mismas oportunidades a todos los colaboradores, sin importar su género, y la tecnología puede ser una gran herramienta para lograr estas metas.
Fernanda Riffo, explica que “Principalmente tiene que ver con incorporar medidas y políticas de equidad en las organizaciones cómo, por ejemplo, integrar procesos de reclutamiento, evaluación, promoción y gestión de personas enfocado en el género y reducción de la brecha. De esta forma aceleramos el cumplimiento en las metas de equidad. Por otro lado, digitalizar los procesos puede ser un aporte para esto, reduciendo sesgos y revelando datos concretos sobre desempeño sin importar el género, pero lo más importante es incorporar políticas de equidad”.
Otras acciones recomendadas, son la creación e impulso de los planes de carrera profesionales que estimulen los liderazgos femeninos y cultiven su talento al interior de las organizaciones, tomando como ventaja sus habilidades blandas. Además, establecer programas de formación o espacios de conversación sobre diversidad e inclusión cuya meta sea erradicar prejuicios como los roles de género, a través de cursos e instancias participativas.
Asimismo, tomando en cuenta que durante la pandemia hubo un retroceso en la equidad de género en las empresas, provocada por la pérdida de empleo de mujeres y el aumento de las responsabilidades en cuanto al cuidado de sus familias, es fundamental continuar diseñando y mejorando los programas de beneficios que estimulen el balance entre vida personal y vida laboral, más aún si se toma en cuenta que muchas madres solteras carecen de las garantías necesarias para trabajar de forma segura y equitativa.
Es importante destacar que los líderes de empresas y organizaciones, especialmente las áreas de RRHH, deben encabezar estas acciones y son los responsables de que las políticas de diversidad se integren en las estrategias de negocio, potenciando la igualdad de género como un valor organizacional y parte de la cultura de la empresa, promoviendo el respeto y espacios de desarrollo profesional para las mujeres.
Finalmente, Fernanda Riffo explica que la igualdad de género debe ser un activo estratégico para las organizaciones, ya que aquellas que la promueven logran avances en cuanto a innovación, mayor rentabilidad, mejora de su clima laboral, aumento de los niveles de compromiso y satisfacción de colaboradores, así como la preferencia de sus clientes.
En conclusión, promover liderazgos femeninos en las empresas conduce a una gestión de talento más horizontal, mayor enfoque en la inteligencia emocional y habilidades blandas, así como la mejora de la comunicación entre los equipos, puntualiza.
