Si bien las mujeres se abren camino en todas las industrias económicas en México aún existe un largo camino por recorrer ante las barreras sociales, culturales, familiares y laborales que envuelven al mundo digital para las niñas y jóvenes en el país. De acuerdo con cifras de la ONU, durante 2022 las mujeres representaron apenas el 19% de personas graduadas en carreras enfocadas en las Ciencias y Tecnologías, mientras que solo el 25% encuentra trabajos en el área informática.
Frente a esta brecha tecnológica y cultural que es un tema vigente por atender a nivel global, la ONU proclamó el 11 de febrero como el día para promover la labor de las mujeres en el área STEM, mediante el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
De acuerdo con María Vélez, CEO y co-fundadora de Crack the Code, edtech especializada en la enseñanza de programación y tecnología para los más jóvenes “Fechas como hoy tienen una gran impacto social y cultural en el país y a nivel LATAM, ya que, aunque hemos tenido grandes avances en la promoción y empoderamiento de niñas y mujeres en el área tecnológica, México aún tiene muchas cosas por atender para alcanzar la paridad en temas tech”.
Según Vélez, actualmente ya no hay otro camino, la ciencia necesita más que nunca a mujeres y niñas dentro de sus filas, esto permite no solo una mayor inclusión y ampliación del talento, sino que además puede generar mayores beneficios para las empresas y la sociedad. De acuerdo con datos de EAE Business School, la diversidad en las empresas tecnológicas genera hasta 33% mayor rentabilidad, pero no solo es eso, al impulsar y empoderar a jóvenes y niñas a adentrarse al mundo digital, comienzan a romperse algunos prejuicios para tener un impacto real, medible y positivo frente a la brecha de género en el país, pues de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, tan sólo por acortar las diferencias entre hombres y mujeres, el PIB de los países con desigualdad puede crecer hasta 35%.
La especialista menciona que como padres y sociedad, hay dos cosas que pueden realizarse para ayudar a las más pequeñas a ser parte del sector tecnológico y el cambio social que esto conlleva:
- Acercar a las niñas desde temprana edad a cursos especializados que enseñan disciplinas a través de herramientas tecnológicas. Esto despertará en ellas la curiosidad y habilidades no sólo de amplio espectro como el conocimiento matemático o la resolución de problemas, sino que le dará un panorama más amplio sobre las posibilidades para formar su futuro profesional y social. Habrá quien descubra que ser una científica le apasiona o que, contrario a lo que le decían, encontrará que ser ingeniera está bien y también quien descubra en el diseño y la edición su felicidad y lo haga como los grandes artistas y creadores del futuro. Inculcando estos pensamientos y acercando las herramientas adecuadas, las niñas podrán aprender de forma divertida, sin prejuicios y apta para su edad.
- Eliminemos el tabú cultural. Las profesiones del futuro no tienen género y las niñas y jóvenes también tienen algo por decir y hacer para transformar el sector, solo es cuestión de tiempo. Contrario a lo que se cree, ninguna industria es sólo para un género, mucho menos la tecnología es una disciplina solo para hombres y para crear un cambio real es necesario empezar por romper el tabú desde casa.
“Debemos alentar a las niñas de hoy y mañana a enfrentar riesgos y romper los estereotipos de género que han influido en la toma de decisión de carreras profesionales para las jóvenes mexicanas. Para esto es necesario que empresas, sociedad y academia nos pongamos manos a la obra para construir un entorno que promueva el talento sin importar el género y brindar herramientas que les permitan atravesar los retos de transformación social que aún persisten en el país. Ayudemos a las niñas y adolescentes de nuevas generaciones a ser las nuevas grandes inventoras, programadoras y científicas que el mundo del futuro va a necesitar”, concluye Vélez.
