La tecnología detrás de las máquinas tragaperras
La primera máquina tragaperras moderna fue construida en San Francisco, en 1895, por el inmigrante bávaro Charles August Fey. Conocida como Liberty Bell, cuyo nombre hace referencia a la Campana de la Libertad (uno de los grandes símbolos de la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos), contaba con tres carretes giratorios y cinco símbolos diferentes disponibles: corazones, diamantes, espadas, herraduras y una campana de la libertad. Los jugadores tiraban de una palanca, y cuando los símbolos se alineaban en la línea de pago, conseguían un premio de 50 centavos en metálico. La máquina fue un éxito en San Francisco, y el mecánico alemán abrió su propia fábrica de máquinas tragaperras, la Charles Fey and Company. A pesar de ello, no pudo seguir el ritmo de la producción, y la demanda superó sus posibilidades.
En 1907, Herbert Mills, un fabricante de Chicago, produjo la conocida como Operator Bell, con sus famosos símbolos de frutas. Un año más tarde, todos los bares de Estados Unidos tenían sus propias versiones de la famosa máquinas tragaperras de Charles August Fey. Las slots mecánicas no solo se extendieron por el país, sino que también ganaron terreno en muchas otras partes del mundo. Las slots mecánicas funcionaron bien, pero las empresas siempre estaban buscando formas de crear máquinas tragaperras más innovadoras y efectivas para captar la atención de los aficionados a los juegos de azar. En 1963, apareció la primera máquina tragaperras electromecánica, conocida como Money Honey, que se convirtió en la precursora de las slots tecnológicamente avanzadas que conocemos hoy en día.
Con el avance de la informática en la década de los años 70, aparecieron las primeras máquinas tragaperras de vídeo, que contaban con pantallas a color integradas que reemplazaban a los carretes giratorios. A pesar de ello, estas slots tenían las mismas limitaciones que los carretes mecánicos, ya que los pagos máximos potenciales dependían del número de resultados posibles de los rodillos mecánicos. Todo cambió en la década de 1980, cuando un ingeniero de origen noruego, Inge Telnaes, inventó el software generador de números aleatorios (RNG por sus siglas en inglés), que decidía qué símbolos aparecían y en qué posiciones se detenían los rodillos en la máquina tragaperras. Telnaes patentó el carrete virtual en 1984, y la empresa International Game Technology la compró en 1989.
Las limitaciones físicas de las máquinas tragaperras se superaron por completo con el surgimiento de los primeros casinos online en la década de 1990. En un periodo de tiempo relativamente corto, la tecnología ha impulsado a las slots, que han evolucionado rápidamente con el paso de los años y ahora brindan una experiencia de juego verdaderamente única a los aficionados a los juegos de azar. Hoy en día, detrás de las máquinas tragaperras online se encuentran grandes empresas de software y tecnología, como Microgaming, Playtech o NetEnt. Compañías de desarrollo de software de juegos de azar que se encargan de crear las imágenes y desarrollar la experiencia de juego, además de implementar los algoritmos y generadores de números aleatorios que alimentan a las slots.
Generador de números aleatorios (RNG)
Hoy en día, la aleatoriedad gobierna la experiencia de juego en los casinos online. Los generadores de números aleatorios (RNG) son algoritmos que utilizan la imprevisibilidad para crear un conjunto constante de números que solo están relacionados por la aleatoriedad del patrón en el algoritmo. De esta forma, el RNG hace que cada giró de la máquina tragaperras sea completamente único, ya que proporciona la posición final de los símbolos de forma aleatoria. El último giro no conoce los resultados de los últimos giros, y tampoco sabe que va a pasar cuando el jugador pulse el botón. Los resultados son aleatorios e independientes, por lo que carecen de cualquier sesgo predecible, ciclo en los resultados u otros patrones.
Retorno al jugador (RTP)
El RNG se encarga de regular el retorno al jugador (RTP), una de las funciones principales de las máquinas tragaperras. El RTP es el porcentaje de ganancias esperadas de una máquina tragaperras por cada unidad apostada por los jugadores a lo largo del tiempo. Se puede distinguir entre un RPT alto (una mayor facilidad para obtener premios por parte del juego, pero cantidades bajas) y bajo (menor frecuencia de premios, pero botes más altos). En cualquier caso, la media de RPT se sitúa sobre el 96%. El RPT es uno de los factores más importantes de las slots.
El diseño y la codificación de las slots online
Antiguamente, las máquinas tragaperras usaban números o símbolos como frutas para las imágenes. Hoy en día, estos símbolos han sido sustituidos por iconos superiores que se adaptan a las necesidades de cada juego. Herramientas como Photoshop o Autodesk Maya, incluso la codificación de JavaScript, son las más utilizar para diseñar este tipo de gráficos. Más allá de las imágenes, el sonido se ha convertido en un elemento fundamental en las slots. Por este motivo, los ingenieros de sonido trabajan para crear diferentes experiencias auditivas únicas. Estos aspectos conforman el diseño de las slots online. Un diseño que se ve influenciado por la experiencia de usuario, ya que los operadores de juego analizan las estadísticas de comportamiento de los jugadores para confeccionar diseños más atractivos para los usuarios.
El futuro de las máquinas tragaperras
La tecnología de las máquinas tragaperras, al igual que el resto de juegos de azar de los casinos online, está en constante evolución. En la actualidad, existen nuevas tecnologías que están mejorando las slots, ofreciendo una experiencia de juego más realista y segura. Los pagos de criptomonedas como herramienta de cifrado principal, o los juegos en vivo, con la tecnología de transmisión en vivo llamada Reconocimiento Óptico de Caracteres (OCR, por sus siglas en inglés), están cambiando el tipo de aplicaciones que se utilizan en el desarrollo de las máquinas tragaperras. Pero esto no es todo, en el futuro inmediato, los desarrolladores de slots apostarán por la AR (realidad aumentada) y la VR (realidad virtual), una tecnología que llevará la experiencia de juego a otro nivel.
