La educación verde como motor de sociedades con mayor bienestar

 Medir el rendimiento de una nación sólo con indicadores económicos, es una visión material estrecha, pues hay factores humanos como la felicidad y el bienestar que construyen un propósito entre los ciudadanos y dan otro sentido a su vida, aseguró hoy Thakur S. Powdyel, exministro de educación del gobierno real de Bután, en el segundo día del Wellbeing 360, Your toolbox for a changing world, organizado por el Instituto de Ciencias del Bienestar y la Felicidad de Universidad Tecmilenio.

Bután fue el primer país del mundo en cambiar la tradicional medición del Producto Interno Bruto (PIB) por el de Felicidad Nacional Bruta (FNB). Este indicador fue retomado en la agenda de la ONU como un parámetro para medir el bienestar de los pueblos.

Así, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) en Bután en 2019 fue 0,654 puntos, lo que supone una mejora respecto a 2018, en el que se situó en 0,649. En cuanto al Índice de Percepción de la Corrupción del Sector Público de Bután desde 2020 es de 68 puntos, lo que significa un bajo nivel de percepción de corrupción gubernamental.

El exministro de educación explicó que, si bien es cierto que las naciones tienen que cuantificar su nivel de desarrollo, resulta necesario que se construyan sociedades más humanas con la capacidad de apoyar y sostener la vida en todas sus aristas con el fin de generar un crecimiento integral entre sus habitantes, siendo parte importante del mismo proceso el fomento de la educación verde.

“En Bután se ha formulado un proyecto de nación verde, y retomamos ese color porque es la analogía que hacemos con todo aquello que apoya y hace sostenible la vida. De tal manera que tenemos familias, corporaciones, industrias, sociedad, gobierno y escuelas verdes que apoyan el florecimiento y la preciosidad de la existencia”, aseguró S. Powdyel.

Con cerca de 750 mil habitantes, Bután busca convertirse en el primer país del mundo en prohibir el uso de materiales sintéticos tales como pesticidas y herbicidas con el fin de implantar por ley, de forma extensiva a todo tipo de cultivos del país, el uso de los métodos agronómicos, biológicos y mecánicos de la agricultura ecológica, de acuerdo con sus metas programadas ante organismos internacionales.

Desde hace más de 40 años Bután ha puesto por encima del Producto Interno Bruto (PIB) el concepto de la Felicidad Nacional Bruta, por lo que uno de los subsistemas que más ha impulsado para alcanzar el bienestar de sus ciudadanos es el fomento de la iniciativa “Nutrir las Escuelas Verdes”, pues como país vislumbran en su jóvenes y niños a los futuros líderes que darán continuidad a la felicidad de su país a través de un progreso netamente humano.

Bajo ese precepto, el también Miembro del Consejo World Happiness Foundation dijo que las escuelas deben ser vistas como un sector noble dentro del servicio público, que apoye el aprendizaje y la integridad de la vida por encima de las exigencias laborales bajo las que se educa de manera convencional en la mayor parte del mundo y las pretensiones intelectuales que en algunas personas provee el conocimiento.

“Desde tiempos antiguos la educación estuvo destinada a ayudar a las personas, a cultivar la nobleza de su mente, de su corazón, la nobleza de sus acciones. El mundo necesita hoy más que nunca un modelo de educación verde para conseguir una renovación del mundo, pues la educación puede resolver todos los problemas que hay en él”, subrayó.

La educación verde también tiene un impacto importante en las acciones que lleva a cabo un gobierno para fortalecer el florecimiento de su sociedad y que sus ciudadanos alcancen un potencial más elevado.

“Tenemos que hacer lo que debemos para marcar la diferencia y si la educación no puede marcarla, entonces nada puede hacerlo”, finalizó.    

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