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EY identifica las perspectivas de educación superior durante el periodo de confinamiento en México

  • El 82% de los estudiantes mexicanos de educación superior indica estar tomando clases en línea a raíz del confinamiento.
  • Uno de los temas más relevantes para los estudiantes es el económico, debido al impacto negativo familiar y el descontento por recibir educación remota a precio de educación presencial. Derivado de esto, más del 60% de las universidades privadas en México ha ofrecido apoyo económico a sus estudiantes para continuar con sus estudios.

En cuestión de semanas, estudiantes en México y alrededor del mundo, tuvieron que cambiar rápidamente de tomar clases en el aula al aprendizaje remoto. Mientras algunos estudiantes llevaron a cabo esta transición sin contratiempos, muchos continúan enfrentando desafíos debido a la falta de acceso a infraestructura digital y a la caída en el ingreso del hogar.

EY, firma líder en servicios profesionales de auditoría, impuestos, asesoría de negocios, transacciones, fusiones y adquisiciones, da a conocer los resultados de un estudio realizado a una muestra de 1,100 estudiantes de educación superior a nivel nacional, la cual refleja el impacto que ha tenido en su preparación académica a corto y a largo plazo durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19.

Previo al cierre de los planteles educativos, la mayoría de los estudiantes de educación superior tenía acceso y exposición a plataformas educativas en línea. Sin embargo, utilizaban principalmente estas plataformas para entregar tareas y proyectos, y solo el 15% aseguró haber tomado clases virtuales. No obstante, después del cierre de los planteles la respuesta generalizada ha sido cambiar al aprendizaje en línea para la mayoría de las clases.

“Para continuar estudiando vía remota es requisito contar con infraestructuras tecnológicas adecuadas en casa, como conectividad a internet y acceso a una computadora o tableta. Muchos hogares en México carecen de ello y la accesibilidad digital en el hogar varía según la inscripción en instituciones públicas y privadas” afirma Alfredo Vieyra Molina, Socio de EY-Parthenon.

El 94% de estudiantes en universidades privadas y el 72% en universidades públicas declaró contar con conexión a internet de banda ancha. En tanto, un 55% de estudiantes en universidades privadas y 20% de universidades públicas aseguró tener su propia computadora o tableta.

El conocimiento de los profesores para la implementación y el uso de plataformas digitales permitieron a las universidades, en su mayoría privadas, ofrecer una respuesta rápida a la emergencia que se presentaba. De 2015 a 2019, el crecimiento de los programas a distancia para estudiantes universitarios de instituciones privadas tuvo una tasa de crecimiento anual del 10%, mientras que el número de estudiantes presenciales aumentó en un 3% durante el mismo período.

El 60% de los estudiantes encuestados por EY afirma que las clases presenciales brindan un aprendizaje de mayor calidad y el 36% prefiere los programas vía remota por la flexibilidad de horarios. Un 50% de los estudiantes considera que los planes de educación presenciales cuentan con una mejor infraestructura y el 17% considera que la educación remota es más económica que la tradicional.

Por otro lado, las instituciones que ofrecen planes de educación presencial y programas remotos cobran diferentes tasas de colegiatura para cada modalidad. Por ejemplo, en México, las tarifas de matrícula para programas en línea pueden tener un costo menor al 50% frente a los planes presenciales.

La educación remota derivada de la pandemia generó un incremento en las solicitudes de descuentos por parte de estudiantes debido a la percepción y el costo de la educación a distancia, así como el impacto económico en sus hogares.

Durante este periodo, las universidades privadas en México brindaron distintas alternativas de apoyo económico para sus estudiantes: el 29% de los encuestados recibió algún tipo de descuento, el 10% obtuvo flexibilidad para pagar más tarde y, en el 21% de los casos, su universidad dio apoyos de acuerdo con las necesidades del alumno. Por otro lado, las universidades también han tenido un impacto económico elevado, ya que durante este periodo tuvieron que ajustarse a la modalidad en línea con capacitaciones a profesores, plataformas de IT, infraestructura y horas extra, entre otros gastos imprevistos.

“Comprender lo que sucederá en el futuro próximo para el sector de educación superior será clave al tiempo que se acerca el próximo ciclo escolar. En EY continuaremos presentando encuestas adicionales para entender cómo están experimentando los estudiantes el impacto de los cierres de sus instituciones educativas. Debido a la incertidumbre, creemos que las universidades que son flexibles y pueden rápidamente

adaptarse podrán desarrollar oportunidades de crecimiento de cara a la nueva normalidad” comenta Alfredo Vieyra, Socio de EY-Parthenon.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar. Contacto [email protected]

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