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El efecto Burn-in afecta a los televisores OLED

La compañía LG ha hecho algunas grandes promesas para este año. Planea mover 4 millones de paneles de TV OLED en 2019, luego de haber enviado 2.9 millones de paneles el año pasado. Pero detrás de la gran presunción, ahora hay miedo. La compañía es el mayor fabricante de pantallas de cristal líquido (LCD) del mundo, que sigue siendo su pilar, pero los precios de los LCD han caído a un punto en el que está afectando a la empresa.
Mientras tanto, su archirrival Samsung Electronics ha aprovechado la caída del precio de la pantalla LCD. Sus televisores con tecnología Quantum Dot, llamados QLED por la firma, han tenido un mejor desempeño que las expectativas del mercado.
La TV OLED de LG tiene casi una década en producción. De ahora en adelante, el mayor temor a corto plazo de LG es que su competidor Samsung asuma efectivamente el control del mercado de LCD.
Técnicamente, ¿qué es el efecto, Burn in?
El efecto burn-in se trata de una decoloración en una zona de la pantalla, que suele darse especialmente en pantallas OLED en mayor proporción. Este “efecto quemado” hace que el contenido estático que tenemos habitualmente en pantalla continúe reflejándose, por decirlo de algún modo, incluso cuando la imagen ha cambiado, provocando una especie de mancha o zona con un color inapropiado.
Samsung abandonó el uso del OLED en 2014, ya que tienen un período de luz más corto lo que causa la retención de imagen permanente, o efecto «burn-in».
Por su parte, LG aunque no podía resolver el problema de los píxeles azules, presentó OLEDs blancos para el mercado. El objetivo era sobreponer una serie de filtros de color para producir cuatro subpixels: rojo, verde, azul y blanco. Con el uso de los OLEDs blancos, la empresa protegería los píxeles azules del envejecimiento, sin embargo, Samsung creó campañas y una estrategia robusta diciendo que un panel con píxeles blancos no era 4K de verdad y, con eso, ganó más mercado.
Samsung también aprovechó la fuerza del LCD: el brillo. Uno de los puntos fuertes tradicionales de la OLED sobre LCD es la tasa de apertura, o cuánta luz puede realmente venir de un área de visualización. Como el OLED puede emitir luz por sí mismo, es más fácil proteger el brillo en comparación con los LCD.
Pero la desventaja es que, para aprovechar la mayor tasa de apertura y aumentar el brillo, es necesario más electricidad, y el aumento del consumo de energía lleva a la reducción de la vida útil del diodo – otra causa de «burn-in». Esto se exaspera cuando desea aumentar la calidad de la imagen, de Full HD a UHD, a 8K, y así sucesivamente, ya que requiere más y más energía. Por esto, Samsung ha aumentado el brillo para su capacidad máxima en sus televisores QLED, mientras que los televisores LCD pueden manejar la oscilación de energía necesaria sin problemas. Esta es también la razón por la que Samsung fue capaz de lanzar televisores con una resolución de 8K antes de LG. La TV 8K de Samsung ya está comercializada, mientras que LG planea lanzar su OLED de 8K de 88 pulgadas en el segundo semestre de este año.
En general, los televisores QLED están haciendo su trabajo: defender la rentabilidad en un mercado incierto.
Información de referencia:
https://www.zdnet.com/article/fear-and-trembling-lg-display-faces-the-axe-for-oled-tv-burn-in-and-market-squeeze/

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar. Contacto [email protected]

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