Día Mundial del Medio Ambiente: 7 prácticas sostenibles para una empresa responsable
Desde que comenzó el confinamiento a causa de la pandemia por SARS-CoV-2, surgieron videos virales sobre cómo la naturaleza retomaba su curso y se apropiaba de las ciudades, aprovechando que no había seres humanos fuera. Vimos las aguas de Venecia limpias y animales silvestres transitando las calles en muchas partes del mundo, pero lo cierto es que el problema del cambio climático es algo que desde hace muchos años nos está afectando.
Es difícil revertir el daño que a lo largo de siglos hemos causado; sin embargo, aún estamos a tiempo de hacerlo mediante programas enfocados en la prevención y disminución de nuestra huella ecológica. Este 2021 se presentará una misión global que tiene por objetivo reforestar millones de hectáreas de bosques y tierras de cultivo, se trata de el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de Ecosistemas y con esto se busca contrarrestar el cambio climático.
Tomar medidas con respecto al tema es urgente, ya que nuestra vida depende de que los ecosistemas se encuentren saludables, por ello muchos países están invirtiendo grandes sumas de dinero en la restauración de ecosistemas, pues de otra forma las consecuencias para las personas serían trágicas.
La responsabilidad para frenar y reducir la destrucción del medio ambiente debe ser ya parte de nuestra rutina diaria, no sólo con nuestros hábitos en casa, sino también con nuestras acciones fuera de ella, esto implica nuestro lugar de trabajo.
“Con el cambio que se vive a causa de la transformación digital, resulta fundamental comenzar a pensar de qué formas puede ayudar la tecnología para que las empresas cumplan con esta gran responsabilidad que tenemos con el medio ambiente”, indicó Giancarlo Di Vece, CEO de Unosquare.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, que se festeja cada 5 de junio, consideramos necesario compartir algunas recomendaciones que las empresas deben comenzar a considerar para el cuidado del planeta, valiéndose del mejor aliado: la tecnología.
1. Reducción de papel. Aunque anteriormente la única forma y la más segura para archivar documentos importantes era la impresión, actualmente es una práctica casi obsoleta, pues hoy en día existen miles de opciones para el almacenamiento de archivos. Siempre habrá documentos realmente necesarios de imprimir; sin embargo, podemos reducir en gran medida el uso innecesario de papel reciclándolo y utilizando ambas caras de la hoja. La producción de papel y tintas conlleva un gasto energético enorme y produce muchísimos contaminantes.
2. Ahorro de energía. Estamos acostumbrados a llegar a nuestro lugar de trabajo y simplemente prender la computadora; sin embargo, no consideramos que mantener nuestros equipos conectados también consume energía. Una acción tan simple como desconectar nuestros CPU y monitores es de gran ayuda para la reducción de energía, lo cual también se verá reflejado en los costos de la empresa. Ahora bien, otra medida que puede ayudar en este rubro es considerar la compra de equipos y programarlos para que minimicen el consumo de energía mediante apagados automáticos al detectar inactividad; existen además muchos tipos de software para la gestión y diagnóstico del rendimiento de los dispositivos.
3. Reciclaje. Separar la basura ya no es suficiente. Las compañías deben empezar a pensar en los residuos electrónicos que generan y plantearse una política de reciclaje, sobre todo con productos que contienen sustancias altamente contaminantes.
4. Recipientes plásticos. Una de las acciones más sencillas, pero de gran impacto es el cambio de vasos desechables por recipientes de plástico o vidrio a disposición de los empleados, esto reducirá la producción de basura en cuestión de semanas.
5. Transporte colectivo. Es importante considerar la compra de vehículos híbridos y eléctricos para la compañía, pero también se puede fomentar el uso del transporte público y bicicletas entre los empleados, así como ofrecer un transporte colectivo por parte de la empresa.
6. Selección de proveedores. Optar por contratar proveedores que tengan un compromiso con la sustentabilidad ayudará y promoverá el cuidado del ambiente. Si estos proveedores son locales, también se reducen los contaminantes producidos durante la transportación de mercancías. Además, es necesario controlar cada una de las partes de la cadena de producción de modo que las acciones sean consistentes con las exigidas a los proveedores. En el caso de los servicios que dependen completamente del uso energético, se puede optar por buscar y hacer alianzas con empresas socialmente responsables, por ejemplo, el alojamiento de un sitio web puede contratarse con una empresa de hosting verde, es decir, una compañía cuyos procesos estén certificados en cuanto a eficiencia energética.
7. Educación ambiental. La formación en la materia alentará a los empleados a tomar medidas de concientización y los capacitará sobre el uso responsable de la energía, la importancia del reciclaje y la difusión de acciones sostenibles. Las empresas pueden realizar campañas en social media con objetivos específicos en pro de instituciones medioambientales. Ofrecer talleres que involucren al personal en acciones concretas, no sólo informativas, que ayuden a concientizar. Por supuesto, las donaciones a las ONG son también una forma de promover el carácter sostenible de una empresa.
Hoy en día la sustentabilidad es un concepto esencial en el desarrollo de cualquier empresa, ya que forma parte esencial del valor que se le da en ésta a la responsabilidad social. Si una empresa es sustentable, significa que está interesada en el bienestar no sólo del medio ambiente, sino de sus empleados, que es consciente del origen de sus recursos y del impacto que generan sus procesos de producción. Por lo anterior, es imprescindible que las empresas comiencen a establecer políticas, crear estrategias y tomar decisiones alineadas con el cuidado del medio ambiente.